sábado, 18 de junio de 2011

¿QUIEN DEBE PROMOVER LA INTELIGENCIA EMOCIONAL?




Es una cuestión que está en manos de muchos.

Los directores de las escuelas deben promover el aprendizaje social y emocional.

Dado que los directores de las escuelas son los líderes principales de la escuela local, ellos tienen una mayor responsabilidad en la implementación de los programas de aprendizaje social y emocional (SEL). Ellos pueden apoyar este aprendizaje de las siguientes maneras:
Expresando al personal de la escuela y a las familias, que están comprometidos a que el aprendizaje social y emocional (SEL) sea una prioridad en toda la escuela.
Desarrollando y estableciendo una visión común y compartida del desarrollo social, emocional y académico de sus estudiantes.
Apoyando una evaluación que determine las necesidades y los recursos de toda la escuela.
Creando oportunidades para los maestros y el personal administrativo para que participen en el desarrollo de un plan de acción para implementar el aprendizaje social y emocional (SEL).
Asegurándose de que todos los miembros del personal administrativo cuenten con el desarrollo profesional y el apoyo para implementar los programas desde el inicio y de manera constante.

Teniendo disponibles los recursos necesarios para implementar el plan de acción de aprendizaje social y emocional (SEL).
Involucrando a los demás en el ejercicio de funciones de liderazgo y de toma de decisiones en la escuela.
Presentar formas de resolver conflictos beneficiosos para todas las partes.

Los maestros también deben promover el aprendizaje social y emocional.

Además de la enseñanza de las habilidades sociales y emocionales, la participación de los maestros en la promoción de dichas habilidades, va más allá del salón de clase, incluyendo lo siguiente.
Participar en el comité o equipo escolar que elije el programa de aprendizaje social y emocional y vigila su implementación y la evaluación de las actividades del aprendizaje social y emocional.
Mantener comunicación constante con las familias de los estudiantes acerca de las actividades de aprendizaje social y emocional realizadas en el salón de clase, para recomendar que se refuerce éste aprendizaje en casa.
Hacer representaciones y crear oportunidades para que los alumnos puedan practicar y aplicar las competencias sociales y emocionales en el salón de clase.
Hacer uso de métodos de enseñanza participativos que hagan uso de la experiencia de los alumnos y que les inviten a formar parte del proceso de aprendizaje.
Utilizar habilidades del aprendizaje social y emocional en la enseñanza de las materias académicas para mejorar la comprensión de los alumnos. Por ejemplo, en las lecciones de humanidades o de ciencias sociales, se puede animar a los estudiantes a discutir acerca de si un determinado personaje o una persona histórica fue capaz de entender los sentimientos de los demás, o fue hábil en la resolución de los conflictos.
Los padres pueden promover el aprendizaje social y emocional

Los padres pueden promover el aprendizaje social y emocional de sus hijos aprendiendo más acerca de las propuestas de educación emocional y social y de los modelos de comportamiento que se ofrecen en sus escuelas; y adoptando prácticas que refuercen el aprendizaje de las competencias sociales y emocionales de sus hijos en casa. Ejemplos de estos esfuerzos incluyen:
Participar en las reuniones de familia en sus escuelas para informarse más acerca de las propuestas de aprendizaje social y emocional (SEL).
Preguntar a los maestros cómo se aplica el aprendizaje social y emocional en la escuela.
Participar en la planeación, implementación y evaluación de los programas de aprendizaje social y emocional de su escuela.
Participar en los programas de formación de aprendizaje social y emocional (SEL) para familiarizarse con los conceptos de dicho aprendizaje que se enseñan en la escuela de sus hijos.
Ofrecerse como voluntarios para apoyar en los salones de clase de sus hijos.
Participar con su hijo en las tareas o deberes relacionados con el aprendizaje social y emocional.
Poner énfasis en los puntos fuertes de sus hijos, antes de considerar qué otros aspectos podrían mejorarse.
Hacer una lista de palabras que reflejen sentimientos u emociones con sus hijos, y convertirse en un “entrenador de emociones” motivando a sus hijos a expresar sus sentimientos.
Brindar elecciones a sus hijos, preguntarles qué pueden hacer para ayudar a resolver un problema y ayudándoles a identificar las ventajas y desventajas de las distintas soluciones.
Asegurarse de que las consecuencias del mal comportamiento de los hijos sean justas y que se aplican de forma constante.
Motivar a sus hijos a compartir y a ser serviciales con los demás, participando en los proyectos de servicios en sus comunidades.

Los profesionales de los servicios de apoyo a los estudiantes promueven el aprendizaje social y emocional.

El conocimiento que los profesionales de los servicios de apoyo a los estudiantes aportan acerca del comportamiento humano, de la planificación y evaluación de los programas, de las estrategias para el control del salón de clase, de los recursos comunitarios y de los desafíos para el aprendizaje que los estudiantes puedan tener en casa; les convierte en miembros importantes de un comité de control de aprendizaje social y emocional. Su punto de vista respecto a las necesidades de los estudiantes y los recursos que se están utilizando para satisfacer estas necesidades son esenciales para una evaluación correcta de las necesidades y recursos del aprendizaje social y emocional. Debido a que su trabajo no se limita al salón de clase, también aportan un punto de vista importante al identificar las necesidades de la escuela en general con respecto del aprendizaje social y emocional.
En equipos pequeños, estos profesionales de apoyo pueden reforzar, en aquellos estudiantes que necesiten más práctica, las instrucciones del salón de clase sobre el aprendizaje de las habilidades sociales y emocionales. Cuando hablan con los padres acerca de los desafíos para el aprendizaje a los que se enfrentan los niños, los profesionales de los servicios de apoyo a los estudiantes pueden utilizar el lenguaje de aprendizaje social y emocional que se usa en el salón de clase. Cuando hablan con los maestros acerca de los temas relacionados con el manejo de la clase, pueden evaluar los problemas y sugerir soluciones que se relacionen con las habilidades sociales y emocionales y las características de un entorno de aprendizaje seguro y comprensivo. Cuando desarrollan y evalúan los progresos de aquellos estudiantes de educación especial, o con necesidades especiales, pueden relacionar sus metas específicas a las pautas del aprendizaje social y emocional.
Estos profesionales suelen ser el enlace entre las escuelas y los servicios comunitarios a los que los alumnos pueden acudir. Como tales, pueden por tanto extender el marco del aprendizaje social y emocional a estas relaciones.
Finalmente, la coordinación entre el aprendizaje social y emocional en el salón de clase con los servicios que ofrecen los profesionales de apoyo a los estudiantes resulta especialmente eficaz en la promoción el éxito en la escuela de aquellos niños que tienen problemas sociales, emocionales o mentales que puedan interferir con su aprendizaje.

Los colegios SEK son pioneros en este nuevo modelo de educación.

INTELIGENCIA SOCIAL Y EMOCIONAL



El aprendizaje social y emocional es el proceso mediante el cual los niños y los adultos adquieren los conocimientos, actitudes y las habilidades necesarias para reconocer y manejar sus emociones, demostrar interés y preocupación por los demás, formar buenas relaciones, tomar decisiones responsablemente y a manejar los desafíos en situaciones de manera constructiva.
Aunque el aprendizaje social y emocional no es un programa específico, hay muchos programas disponibles que son identificados por usar las habilidades del aprendizaje social y emocional y proporcionan su educación y ofrecen oportunidades para practicarlas y aplicarlas.
La capacidad para usar las habilidades emocionales y sociales se promueve en un contexto de seguridad y apoyo escolar, familiar y de aprendizaje de la comunidad en el que los niños se sienten valorados y respetados y se conectan bien y se motivan para aprender.

Ser competente en el aspecto social y emocional es fundamental no sólo para el desarrollo social y emocional, sino también para su salud, el desarrollo de las cuestiones éticas, ciudadanas, el desarrollo de la motivación al éxito y también el aprendizaje académico.

Existe mucha información que indica que muchos niños se enfrentan con importantes obstáculos sociales y emocionales y con limitaciones de salud mental que obstaculizan su éxito en la escuela y en la vida.
Además, muchos niños se comportan con conductas desafiantes que los educadores deben atender para poder brindar una enseñanza de alto niveles. La encuesta de 2005 acerca de los riesgos del comportamiento en la juventud (en Estados Unidos), indica que: el 6% de los jóvenes de entre 14 y 17 años no asistieron a la escuela durante uno, o más, de los últimos 30 días porque se sintieron inseguros en la escuela o en su camino de ida o de regreso de la escuela.

El 7.9% de estos jóvenes dijeron que se habían sido amenazados o herido con un arma en la escuela en ese mismo periodo de tiempo.
El 28.5% de los jóvenes dijeron que se habían sentido tan tristes o desesperados casi cada día durante dos semanas o más, en los últimos 12 meses, que dejaron de hacer alguna actividad habitual durante ese tiempo.
El 13% de jóvenes dijeron que habían hecho un plan para intentar suicidarse durante ese periodo.

La información en los recursos de desarrollo que se considera importante para la salud mental y el desarrollo socio-emocional de los niños también es causa de preocupación.
Una encuesta de 202 comunidades norteamericanas, elaborada por el Search Institute en el 2003, indica que: solo el 29% de los niños del grado 6 al 12 piensan que sus escuelas les proporcionan un ambiente en donde se sienten apoyados y cuidados.
El mismo porcentaje afirma que las personas que los conocen bien dirían que son capaces de planear por adelantado y de tomar decisiones.
La información reportada por el Illinois Children’s Mental Health Task Force en su Informe Final de 2003 afirma que: al menos 1 niño de cada 10 padece un trastorno mental que le causa serios problemas en su desarrollo en la casa, en la escuela y en la comunidad.
Entre el 70 y el 80% de los niños con necesidades no reciben los servicios de salud mental adecuados.
Entre el 25 y el 30% de los niños norteamericanos sufren problemas de adaptación en la escuela.
El 32% de los niños (incluyendo aquellos de edades entre los 12 y 48 meses) de 10 centros infantiles en Chicago presentan síntomas de conductas problemáticas.
El 14% de los estudiantes de entre 12 y 18 años dicen haber sido molestados o sufrido acoso escolar en los 6 meses anteriores a la entrevista.

El proporcionar a los niños con un programas de aprendizaje social y emocional (SEL) que se caractericen por entornos seguros, cariñosos y por ambientes de aprendizaje bien organizados, que les enseñen habilidades sociales y emocionales; ayuda a superar muchos de éstos obstáculos de aprendizaje, gracias al establecimiento de vínculos con la escuela, a la disminución de los comportamientos de riesgo y a la promoción del desarrollo positivo y por tanto, influenciando de manera positiva los logros académicos.

El aprendizaje social y emocional es fundamental para el éxito en la vida y en los estudios de niños y jóvenes.

Nuestras emociones y nuestras relaciones interpersonales afectan lo que aprendemos, y cómo lo aprendemos, y cómo utilizamos lo que aprendemos en el trabajo, en la familia y en la comunidad. Por un lado, las emociones nos permiten generar un interés activo por aprender y nos ayudan a mantener nuestra responsabilidad con este interés.

Por otra parte, el estrés y un deficiente control de impulsos interfieren con la capacidad de atención y la memoria y contribuyen a desarrollar conductas que perjudican el aprendizaje. Además, aprender es un proceso intrínsecamente social e interactivo: ocurre en colaboración con su profesor, en compañía de sus compañeros y con el apoyo de su familia.

Por tanto, la capacidad de reconocer y manejar las emociones y establecer y mantener relaciones positivas, tiene un impacto tanto en la buena preparación para aprender como en la capacidad de aprovechar las oportunidades de aprendizaje. Debido a que los entornos seguros, cálidos y bien organizados son esenciales para el dominio de las habilidades del aprendizaje emocional y social (SEL), también son esenciales para el éxito de los niños en la escuela y en la vida.

Las competencias socio-emocionales, y el motivador ambiente de aprendizaje en que son enseñadas, fomentan la resistencia de los niños aquellos que identificaron comportamientos de riesgo, y aquellos en riesgo que ya exhiben problemas de tipo emocional o social y que por tanto necesitan un apoyo adicional.

Capacidades que tienen los niños y jóvenes que cuentan con habilidades sociales y emocionales.

Los niños y jóvenes con habilidades sociales y emocionales tienen capacidades en cinco áreas fundamentales:
Son consientes de sí mismos. Son capaces de reconocer sus propias emociones, de describir sus intereses y valores y de juzgar objetivamente sus puntos fuertes. Tienen una sólida confianza en sí mismos y miran al futuro con esperanza.
Son capaces de controlar sus emociones. Pueden controlar su estrés y sus impulsos y perseverar para superar obstáculos.
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Son capaces de medir los progresos conseguidos en la búsqueda de sus metas personales y académicas, así como de expresar sus emociones de manera apropiada en una amplia variedad de situaciones.
Son conscientes de su entorno social. Son capaces de comprender las perspectivas de los demás, de sentir empatía y de reconocer y apreciar las semejanzas y diferencias tanto entre individuos como entre distintos grupos sociales. Son capaces de salir a buscar y de utilizar apropiadamente los recursos familiares, escolares y de la comunidad.
Tienen buenas habilidades para relacionarse con los demás. Pueden establecer y mantener relaciones saludables y gratificantes basadas en la cooperación. Son capaces de resistir presiones sociales inadecuadas; de prevenir, gestionar y resolver de forma constructiva conflictos interpersonales; y pedir y dar ayuda cuando es necesario.
Son capaces de tomar decisiones de forma responsable en la escuela, en casa y en la comunidad.
Cuando toman decisiones, toman en cuenta las normas éticas, las preocupaciones de seguridad, las normas sociales apropiadas, el respeto hacia los demás y las probables consecuencias de las distintas posibilidades de acción.
Aplican su capacidad de toma de decisiones en situaciones académicas y sociales y se sienten motivados a contribuir al bienestar de sus escuelas y de sus comunidades.

Métodos utilizados en el aprendizaje social y emocional.

Los métodos más eficaces para enseñar las habilidades sociales y emocionales son activos, participativos y agradables. A continuación damos algunos ejemplos:
A los niños y niñas pequeños se les puede enseñar a través de representaciones y entrenamientos a reconocer cómo se sienten y cómo puede sentirse otra persona.
Impulsar el uso de las habilidades para la resolución de conflictos, y el uso del diálogo para guiar a los estudiantes en cada paso, pueden ser un método efectivo de aproximación para enseñarles a aplicar una habilidad a una nueva situación.

En las reuniones celebradas en las clases, los alumnos pueden practicar la toma de decisiones grupales y el establecimiento de normas.
Los estudiantes pueden aprender cooperación y a trabajar en equipo a través de los deportes en equipo y juegos.
Los estudiantes mejoran su comprensión de un evento histórico o actual si lo aplican a un conjunto de preguntas basadas en un modelo de resolución de problemas.
Las ayudas o asesorías que se dan los niños de distintas edades, en los casos en se junta a un estudiante que es más grande con otro más joven, pueden ser eficaces para desarrollar la auto-estima, el sentido de pertenencia y mejorar las competencias académicas.
Hacer que un miembro de una pareja describa una situación a un compañero/a, y que el mismo le repita lo que escuchó, es una herramienta efectiva para enseñar a escuchar de manera reflexiva.

En este video, Elsa Punset nos da motivos más que justificados que ratifican lo que aquí se ha comentado.




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jueves, 16 de junio de 2011

FUNCIONES DEL TUTOR EN EDUCACIÓN INFANTIL Y PRIMARIA





        EL TUTOR

El tutor es una figura de reciente reconocimiento en nuestras escuelas españolas.

  La figura del tutor/a aparece por primera vez a nivel normativo en la Ley General deEducación (L.G.E) de 1970, tiene continuidad y mayores niveles de concreción en la Ley de Ordenación del Derecho a la Educación (L.O.D.E) de 1983, y también se recoge e impulsa con fuerza en la Ley de Ordenación General del Sistema Educativo. (L.O.G.S.E.) de 1990 y en posteriores Reales Decretos que la desarrollan. 

En la L.G.E. se define la Tutoría como la dirección y ayuda que ha de dar el profesor a los alumnos en su aprendizaje para superar las dificultades que se encuentren. 

  L.O.G.S.E., artículo 60.1. La Tutoría y Orientación de los alumnos formará parte de la función docente. Corresponde a los centros educativos la coordinación de estas actividades. Cada grupo de alumnos tendrá un profesor tutor.

 
En la Educación Primaria y Educación Infantil la incidencia del profesor responsable del grupo clase es muy alta, por la misma carga horaria, en la Secundaria, debido a la variabilidad del currículo, interviene una gran diversidad de profesorado por lo que deberá asignarse uno de ellos, a cada grupo de alumnos, en calidad de tutor.
El adulto responsable del grupo deberá poder establecer, con el alumnado, una relación diferenciada de la docente, por el hecho de ser el orientador directo y el interlocutor, de cada uno de ellos, con la institución educativa.
Desde el momento en que un profesor es tutor de un grupo deberá plantearse, al margen de los objetivos académicos que llevan al alumno a asistir al centro educativo, todas las circunstancias, necesidades y situaciones que, dándose en el marco escolar, deben  recibir una respuesta optimizante,  positiva y educativa para todos los alumnos, tanto grupalmente como individualmente.
A la hora de determinar la persona responsable de la Acción Tutorial se debe de tener en cuenta el perfil personal y profesional adecuado.
 
En el actual sistema educativo español las funciones del profesor-tutor se recogen en los Reales Decretos 82/1.996 y 83/1.996, en los que se aprueban los Reglamentos Orgánicos de las Escuelas de Educación Infantil y en los Colegios de Educación Primaria, y en los Institutos de Educación Secundaria respectivamente. 

Entre esas funciones, pueden destacarse:
       Llevar a cabo el Plan de Acción Tutorial, participando en su desarrollo y en las actividades de Orientación educativa.
       Coordinar  el proceso de evaluación de los alumnos, adoptando las decisiones que procedan en su promoción, previa audiencia con los padres.
       Atender a las dificultades de aprendizaje para proceder a la adecuación personal del vitae.
       Facilitar la integración de los alumnos en el centro y fomentar su participación en las actividades.
       Orientar y asesorar a los alumnos sobre sus posibilidades educativas.
       Encauzar los problemas e inquietudes de los alumnos.
       Informar a los padres, maestros y alumnos del grupo-clase de todo lo que afecte a las actividades docentes y al rendimiento académico.
       Facilitar la cooperación educativa entre padres y profesores.

En su concepción global el tutor/a es el responsable del proceso educativo de un grupo de alumnos durante un período de tiempo, por lo general un ciclo.

La figura del tutor responde a la intención de personalizar y de dar sistematicidad a los procesos educativos, adecuando la oferta educativa a las necesidades para proceder a las oportunas adaptaciones curriculares y a la detección y atención de las necesidades de apoyo de algunos alumnos. El tutor debe mediar las relaciones dentro del centro así como las de éste con la familia y el entorno.

El tutor forma parte de un equipo docente el cual elabora el proyecto curricular donde deben estar las líneas de acción contenidas, facilitando la coordinación del trabajo de los tutores, siendo esencial la cooperación entre todos los tutores del centro.
Las funciones y tareas del tutor están destinadas a:

      Alumnado.
      Profesorado.      
      Familias.

Resulta curioso saber que aunque se encuentran bien definidas las funciones que tienen que desempeñar el tutor, la realidad en nuestras escuelas es realmente otra.
Nos encontramos con profesores tutores jóvenes, preparados y motivados, pero no por la vocación de enseñar, sino motivados por un afán de protagonismo y superioridad por su reciente reconocimiento.

No dudo de sus bienintencionadas intenciones, pero luego se quedan como cuando una hola llega al mar, sin fuerza.

Con estas palabras no se pretende otra cosa más que concienciar a nuestros maestros tutores de la importancia y responsabilidad de su papel para con nuestros niños.

"La educación consiste en enseñar a los hombres, no lo que deben pensar, sino a pensar" (Calvin Goolidge)

viernes, 3 de junio de 2011

LA VOCACIÓN DE ENSEÑAR

Todavía recuerdo el final de esa charla. Iba en mi coche camino a casa pensando en lo que se había dicho esa tarde y todo era un brotar de ideas, sentimientos frustrados y como no, un querer hacer las cosas “como Dios manda”. Llegué a casa con la idea de ponerme a escribir, pero era tal el grado de excitación que tenía, que me lo pensé mejor y decidí dejarlo para otro momento.
Lo siento, pero hablar de vocación provoca en mí mil sentimientos que no soy capaz de controlar. Es como cuando a un cantante flamenco se le “hincha la vena”, querría hacer tanto…, pero a la vez es tan complicado, que creo que no podría soportar todo lo que siento si no fuera porque verdaderamente en mí hay vocación.
Bien, trataré de contestar a la pregunta a la que uno parece enfrentarse cuando pretende averiguar si su destino está o no vinculado con la vocación de enseñar.
• ¿Hay que tener vocación para enseñar?
Partiré dando una definición de vocación.
La vocación “(del latín: vocāre; llamar) es una forma de expresar nuestra personalidad frente al mundo del trabajo, del estudio, y todos los ámbitos, que se manifiesta como disposición "natural" al realizar ciertas actividades y a preferir determinados ambientes y contextos de actividad. Sin embargo, la vocación no es algo innato. Se puede englobar bajo la denominación proyecto de vida”.
Estoy totalmente de acuerdo con esta definición. Ante todo, creo que la vocación debe estar acorde con nuestra personalidad, formar parte de nosotros.
Tengo 38 años de edad y no puedo decir que toda mi vida halla estado pensando que “de mayor quiero ser maestra”. ¿Qué si me gustan los niños?, pues sí, pero ese no ha resultado ser la inyección que me impulsó a tomar la decisión de estudiar Magisterio (da igual si de Infantil, de Primaria o educación Social), pero sí puedo decir que gracias a las dificultades que he visto que tiene uno de mis hijos en el colegio (aunque en realidad es una desgracia para él) he tenido más claro que nunca que algo tengo que hacer al respecto.
Resulta indignante la falta de precisamente eso “vocación”, hay hoy en día en los colegios españoles. Todavía recuerdo una tarde a la salida del colegio. Alejandro salía con cara de no muy buenos amigos, me buscaba con la mirada, y cuando por fin me ubicó en el patio, se puso a llorar. Le pregunté que le pasaba, pero en ese momento se acercó una de las profesoras y me dijo que Alex se distraía mucho en clase.
En un principio me sentí algo decepcionada para con mi hijo, pero la profesora parecía querer seguir hablando conmigo.
- Tengo muchos niños en clase y no puedo estar pendiente de todos ellos. – me decía.
- Si no encuentro un mínimo de interés por su parte, quiero que sepas que no voy a estar detrás de él.
En ese momento no fui muy consciente de a lo que se estaba refiriendo dicha profesora, pero mi decepción era latente, fui todo el camino de regreso a casa pensando lo que me había dicho y como no encontraba coherencia en lo que escuché, decidí posicionarme en su lugar.
Si yo fuera maestra (da clases de Science) y viera que mis alumnos no prestan atención en mis clases, ¿qué postura tomaría?, ¿decidiría que me da igual, o por el contrario trataría de averiguar el porqué de esa actitud? En ese momento lo vi muy claro y toda la decepción que había sentido en un principio hacia mi hijo se transformó.
Simplemente no presta atención porque no lo comprende, y además su profesora, que en un principio debería estar al tanto de porque no comprende, en vez de arrimarse para preocuparse de porque tiene esa desmotivación, cada vez está más lejana “porque tiene muchos niños en la clase”.
Tengo otra hija que cursa quinto de primaria, se llama Paula. Desde comienzos de curso no paro de escuchar de su boca que en clase su tutor les dice continuamente que son el peor curso de quinto, que se siente decepcionado de cómo está evolucionando la clase…etc. Es muy triste que siendo gente joven, que hace relativamente poco estos mismos estaban el lugar de sus alumnos, arremetan así contra ellos. Les transmiten tan poco que incluso mi hija lloraba por las mañanas porque no quería ir al colegio.
También me pongo en el lugar de este profesor y no comprendo su manera de actuar. Pero lo peor de todo es que es la tónica de todos los profesores de ese centro. Solo se preocupan de que a final de mes tienen su sueldo y a final de curso tres meses de vacaciones. Vocación 0.
Pues eso es lo que me impulsó el querer estudiar Magisterio. Puedes ser mejor o peor maestro a ojos de los demás, pero si mantenemos la ilusión que tenemos ahora, mientras estamos estudiando, será muy difícil que una vez estemos cara a cara con los niños demos una imagen muy diferente a la que ahora tenemos, luchadores, emprendedores, motivados por aprender para luego enseñar y transmitir…
No debemos olvidar que trabajar con niños es todo un privilegio y que de nosotros depende lo que serán el día de mañana, de sus éxitos y fracasos, de sus alegrías y tristezas y sobre todo que estamos ayudándoles a ser personas.
Creo que con esto no hace falta que siga contestando a las demás preguntas. Esto es lo que soy y esto es lo que siento.
"UNA RETIRADA A TIEMPO ES A VECES UNA VICTORIA"

Yolanda Barrientos Prieto.
1º Magisterio de Educación Infantil A.